Comenzamos el año 2017 con la presentación de la asociación IRPPA en el Hotel Hilton Barajas, de Madrid.
Ante una audiencia formada por pilotos de RPAS, expertos y otros profesionales del sector, además de medios de prensa especializados, se presentó ayer en Madrid la nueva Asociación Internacional de Pilotos Profesionales de RPAS (IRPPA) que pretende apoyar el trabajo de los pilotos de RPAS en esta industria tecnológica de frenética evolución.
IRPPA quiere ayudar a que la evolución futura de esta apabullante industria se desarrolle de manera segura y profesional. A este respecto, los puntos calientes que se plantea la asociación se resumen en dos: unificar las regulaciones de cada país en una común internacional, y garantizar la calidad de la formación con la finalidad de incentivar que las empresas contraten a personal externo cualificado para el pilotaje de sus drones.
Según explica Arturo García, Ceo de Ritrac Training, actualmente las compañías forman y entrenan internamente a su personal para cubrir sus necesidades de pilotos de drones. Considera fundamental garantizar la calidad de la formación que hoy en día se está impartiendo en las escuelas como vía para promover las contrataciones externas.
Lo cierto es que ante las perspectivas de crecimiento del sector, son muchos los que ven en los drones una salida profesional. De los centros ATO están continuamente saliendo promociones de pilotos de RPAS que cuando llegan al mercado ven como las empresas, en lugar de contratar a pilotos que hayan superado un curso oficial, forman internamente a sus propios trabajadores.
Sin duda, la solución para el colectivo de pilotos pasa por optimizar la actual formación regulada por AESA para que responda a las necesidades reales del sector.
Entre otros puntos, ajustando las necesidades de conocimientos entre los partidarios de instrucción como piloto comercial a los partidarios de una formación mucho más básica. Además de mejorar el marco regulatorio e incentivar desde la Administración a las empresas a contratar personal externo frente a la formación interna.
El sector aguarda la aprobación de una nueva legislación
Esta parálisis regulatoria frena el futuro de la industria de los drones. IRPPA llega en un momento en el que el sector no acaba de despegar por estar a la espera de la aprobación de la nueva legislación con la que se prevé se multipliquen las oportunidades de negocio para los operadores. Un buen momento para garantizar el papel del piloto en el nuevo escenario que se avecina.
Ante el boom comercial de estas aeronaves, que comenzaban a alzar el vuelo sin ningún tipo de control, la actual norma que regula el uso de los RPAS en España, de carácter provisional, fue aprobada a toda velocidad en julio de 2014.
AESA y la Comisión Europea poniendo el foco en la seguridad, tanto aérea como de las personas y bienes en tierra, hicieron una normativa muy restrictiva. Así con una actividad todavía en estado embrionario, sin apenas rodaje y estando todo por evolucionar, la ley se materializó con una serie de limitaciones como impedir que los drones puedan sobrevolar núcleos urbanos, operar de noche y tener acceso a espacio aéreo controlado.
Desde entonces, multitud de proyectos no llegan a salir por las restricciones de la ley y el sector espera impacientemente la aprobación de una regulación definitiva, que se encuentra paralizada en Bruselas, para despejar definitivamente las dudas respecto al uso profesional de las aeronaves no tripuladas y que acabe con las rigideces que impiden el despegue definitivo del sector.
Y pese a ello, las perspectivas sobre el futuro de la industria son muy prometedoras. Un estudio realizado en mayo de 2016 por la consultora PwC valoraba en 127.000 millones de dólares las oportunidades de negocio que pueden generar estas aeronaves en los próximos años.
Por otro lado, todos los operadores coinciden en señalar la seguridad como la gran asignatura pendiente de la industria. Para ello, reclaman certificaciones que garanticen la fiabilidad de las aeronaves, tal y como sí sucede en la aviación comercial. Y es que de momento hay un vacío legal. No es posible diferenciar un juguete de una aeronave profesional.
En este sentido, las últimas informaciones sobre la futura nueva normativa hablan de que las operaciones de mayor riesgo necesitarán una certificación, mientras que las aeronaves no tripuladas que presenten un riesgo menor deberán ajustarse tan solo a los mecanismos habituales de vigilancia del mercado de la UE.
Sitio web de IRPPA: http://irppa.eu