En palabras de Íñigo de la Serna, Ministro de Fomento “…las cada vez más numerosas aplicaciones en el ámbito civil, posibles a través del continuo desarrollo tecnológico de estas aeronaves, apuntan a un crecimiento explosivo a medio plazo. Nos encontramos, por tanto, ante un sector con un enorme potencial de expansión, en el que la Innovación y el continuo avance tecnológico se configuran como elementos fundamentales para hacer realidad sus extraordinarias perspectivas de desarrollo…”
A día de hoy, ya son más de 3.000 las empresas operadoras/operadores registrados en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Todos ellos, grandes, pequeñas y medianas empresas, así como profesionales autónomos, han apostado de una forma u otra por esta tecnología realizando servicios de muy diversa índole. Y todos ellos sin excepción han invertido dinero, tiempo y recursos en una tecnología incipiente que prometía nuevas fuentes de ingresos.
Con la publicación de la Ley 18/2014 a finales de ese mismo año, se abrían nuevos horizontes para todos.
Dicha Ley establecía las formas de llevar a cabo operaciones profesionales con drones en nuestro país, aunque sin duda de forma muy restrictiva. Por ejemplo, no se podía volar bajo ningún concepto sobre edificios o personas, en entornos urbanos, de noche, o en zonas definidas como espacio aéreo controlado.
Todo ello hizo proliferar las quejas de los operadores durante tres largos años, que, viendo que habían asumido un cierto coste en inversión para poder llevar a cabo una labor profesional, veían sus alas cortadas por esta Ley.
Esta situación cambió a finales de 2017, con la publicación del Real Decreto 1036/2017, mediante el cual se amplían los escenarios operacionales donde es posible operar con drones, y ha sido y sigue siendo tarea de la propia AESA junto a los grupos de trabajo que forman parte de la Comisión Asesora en materia de RPAS, terminar de definir, redactar y publicar los medios de cumplimiento aceptables para poder dar perfecto cumplimiento a esta Ley.
La tarea aún no ha terminado. Es un trabajo arduo en el que participan numerosos profesionales del sector, los cuales de forma gratuita y desinteresada colaboran con la Agencia para terminar de dar forma a lo que se inició hace cuatro años, y habrá que seguir trabajando en ello puesto que todo esto nos lleva hacia una legislación común europea, que en principio estaba pensado entrara en vigor en 2020, aunque algunas voces indican que será un año antes, y otras un año después.
En cualquier caso, el futuro de los drones está ahí, a la vuelta de la esquina, y son muchos los que analizando el rumbo de las cosas, y viendo más allá del mero futuro inmediato, tienen la vista puesta en este horizonte prometedor.
Entre ellos, las empresas que son protagonistas de este artículo, RITRAC y AERTEC.
Ambas empresas han llegado a un acuerdo de colaboración para el uso de la plataforma TARSIS 25 en la formación avanzada para pilotos de alto nivel en el ámbito civil, lo cual es una operación sin precedentes en nuestro país.
El motivo principal de abrir este nuevo nicho de mercado radica en la observación de que se abren un sinfín de posibilidades en el mundo civil, y concretamente en tres áreas para las que RITRAC está habilitada ante AESA: fotografía de gran altitud, observación y vigilancia, y operaciones de asistencia en emergencias.
En estas tres áreas, el RPAS TARSIS 25 de Aertec marca la diferencia: tiene un techo de servicio de 4.000 ASL (12.000 pies), un alcance operativo de 20 a 100Km dependiendo de la configuración empleada y una autonomía máxima de 7 horas.
Esto hace que se puedan llevar a cabo operaciones aéreas especializadas en las tres áreas mencionadas con una efectividad inigualable por cualquier otro sistema RPAS de tipo multirotor en la actualidad.
Para dar comienzo a los cursos de formación en este sistema en el ámbito civil, se ha establecido un plan de formación a nivel nacional que dará comienzo el próximo 4 de junio con el curso organizado por Ritrac Training en las instalaciones de Aertec Solutions, en Sevilla.
En este curso, de una semana de duración, se formará a un grupo selecto de pilotos civiles, que además recibirán formación en navegación aérea, meteorología, comunicaciones por radio y procedimientos operacionales, habilitándolos legalmente para pilotar estas aeronaves.
Se trata de una formación especializada, de alto nivel, impartida por profesionales altamente cualificados del sector, entre otros pilotos de líneas aéreas y controladores aéreos, así como obviamente instructores de vuelo de RPAS.
Esta formación impartida por RITRAC TRAINING incluye siete certificados oficiales, que habilitan a los pilotos de RPAS para pilotar todo tipo de aeronaves pilotadas de forma remota en todo el territorio nacional, dándole además acceso a puestos de trabajo de alto nivel en toda la Unión Europea, para lo cual han establecido una bolsa de trabajo donde sus pilotos pueden apuntarse para ser los primeros en ser llamados cuando haya demanda de este tipo de profesionales, en las empresas que cada vez más hacen uso de estos sistemas, no solo en Europa, sino incluso a nivel mundial.
Las cifras dadas por la Comisión Europea, así como el propio Plan Estratégico presentado por Fomento, nos hacen ver claramente que este es un mercado laboral en expansión, y que, si bien ahora mismo no hay una gran demanda es porque estamos hablando de un mercado emergente, pero esto sin duda cambiará en los próximos años.
Por este motivo, ahora es el momento de posicionarse, ya que serán cada vez más las empresas interesadas en incorporar el uso de RPAS en sus procesos, y en su actividad diaria, en todo tipo de ámbitos: fotografía aérea, seguridad, vigilancia, emergencias, desarrollo de nuevos sistemas, experimentación, etc.
